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Padre y médico: Vocación que se lleva en el alma


Con motivo de la celebración del Día del Padre, la Revista Gente de Cañaveral realiza este especial en el que se destaca al doctor Álvaro Torres Franco y su hijo, el doctor Daniel Ricardo Torres Di Zeo.

Los doctores Álvaro y Daniel son especialistas de la salud, ambos luchan día a día por el bienestar de la población, desde sus labores específicas aportan en la construcción de una sociedad mejor, esmerándose por el mejoramiento de la prestación de los servicios médicos.

El doctor Álvaro Torres Franco es Médico Cirujano egresado de la Universidad Metropolitana de Barranquilla y realizó la especialización en Administración de Servicios de Salud en la Universidad Industrial de Santander; actualmente es el Director Médico Asistencial de la Organización FOSCAL; su esposa también es médica, se trata de la doctora Ángela Rosa Di Zeo.

De esta unión marital hay dos hijos, uno de ellos es Daniel Ricardo Torres Di Zeo, egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, quien a sus 25 años es Médico Residente de primer año de Radiología e Imágenes Diagnósticas, en la alianza UNAB/FOSCAL. Su hermano Álvaro Julián Torres Di Zeo, de 26 años, es Ingeniero Electrónico, y actualmente está estudiando una maestría en Holanda.

Vocación y servicio

En muchas ocasiones, las vocaciones se sienten incluso desde la niñez. Para el doctor Álvaro Torres, el llamado de la medicina le llegó en su adolescencia. “Desde muy joven siendo estudiante de bachillerato en el Colegio Virrey Solís de Bucaramanga, hacíamos actividades de apoyo social en barrios marginados y pude observar el sufrimiento de la gente de sectores menos favorecidos con diferentes problemas de salud tanto física como mental y la imposibilidad de acceder a la asistencia médica, dadas sus condiciones de pobreza”, afirma el hoy especialista de la salud.

Estas preocupaciones lo motivaron a convertirse en un profesional de la medicina. “Esto me hizo pensar que siendo médico tendría la oportunidad de servir a quien lo necesitara y podría poner un granito de arena para tratar de mejorar las condiciones de mucha gente”.

Daniel Ricardo, por las sendas de su padre

Daniel es el menor de los hijos de la familia Torres Di Zeo. Es un joven emprendedor, talentoso, disciplinado, que comparte con su padre la vocación por la medicina.

“La motivación de estudiar esta carrera se origina de las graciosas e interesantes anécdotas que mi padre siempre contaba en sus reuniones familiares, y que yo, desde muy pequeño, escuchaba admirado. Más que la historia en sí, mi progenitor tenía gran facilidad de impregnar de emoción y humor las vivencias en su carrera como médico, y en el momento en el que me gradué de bachiller vino a mí la pregunta: ¿Por qué no vivirlas en carne propia?”, afirma Daniel Torres.

Para el doctor Daniel Ricardo, la salud es un tema delicado, es un compromiso de vida.

“Colombia cuenta hoy en día con familias consagradas y dedicadas a velar por la salud de su nación. Con lo que no cuenta es con garantías para dichas familias. La corrupción es el mayor agente de destrucción de este país y ver al sector salud como un negocio, es tal vez el peor negocio de todos y para todos”, concluye el segundo hijo de la familia Torres Di Zeo.

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